jueves, 5 de abril de 2012

Ladrón X Ladrón

Capítulo 1
Segmento 4


-Érica, no te molestes, ella es una ladrona profesional de esas a la antigua, no me va a disparar y si lo hace es mejor que esté muerto.
-Amor, no digas esas cosas. Recuerda hay alguien que te quiere conocer. -Dijo tocándose en vientre que aun no tenía abultamiento.
-¿Estás... estás embarazada? -Preguntó interesada.
-Sí -Dijo Horacio abriendo un cajón del valor que estaba a un lado de la cama-, pero no creo que pueda verlo jamás.
-No te voy a matar, aunque no siguiera la ley de los ladrones... no puedo dejar a un niño sin padre. -Amanda guardó el revolver en la funda de su cadera.
-Ja, si no lo hacesotra cosa de seguro lo hará. -Sacó un estuche de lentes de contacto y quitándose las gafas se quitó las delicadas películas de silicona color pardo, los dejó encima del mueble para a continuación, sacar un largo frasco de acetona y un pedazo de tela para quitarse la capa de pintura rasa natural de las uñas de sus manos.
Levantó sus manos mostrandole a Érica su nuevo aspecto, quien sorprendida se llevó uno de sus manos al pecho con tristeza en los ojos al comprender lo que significaba.
-¿Crees que me gusta pintarme las uñas? Érica estoy enfermo, mis células mueren y yo con ellas. No sé cómo ni cuándo sucedió pero es una enfermedad que ni los doctores saben curar... Es mejor que esta mujer me mate por que las pastillas algún día dejarán de funcionar.

Las lágrimas corrieron por el rostro de la muchacha ¿Cómo pudo ser tan ciega? Siempre lo imaginó inmortal, para ella era el hombre que la vería morir cuando anciana ¡Ni siquiera en sus peores pesadillas él era frágil! ¡No era un ser humano! Movía su cabeza negativamente ¡No quería creerlo!
-No... ¡No es cierto! -Cerró sus ojos mientras movía su cabeza. Miró al fin a las sábanas, los ruegos de su novio tan lejanos le parecían ahora. Se concentró en una pelusa quecaía cuando se fijó en los jeans ajustados de Amanda.
Se levantó desnuda de la cama y se dirijió a ella.
-Amanda ¿Ese es tu nombre?
-sí -Dijo tratando de no mirar sus pechos ni ningún lugar de aquel delgado y bronceado cuerpo.
-Eres una ladrona y debes tener dinero... ¡Ayúdalo! Por favor... Haré lo que sea necesario por tí... pero ayúdalo. -Le rogó.
-¡Érica, no! No puedes hacer tratos con el diablo -le dijo el hombre.
-Horacio, tú eres el hijo de la mafia, tú eres más diablo que ella. -Le miró con su cara surcada de lágrimas secas pero la mirada vacía.
-¡Esto parece libro de ficción! -Sonrió para sí.- Yo ayudaré a un moribundo heredero de la mafia que tanto problemas me ha causado.
-No te necesito, no necesito tu ayuda. -La miró furioso.- Érica no te rebajes, no necesito su limosna.
-Ja, yo no hago las cosas gratis, piénsa, Érica hará todo por tí y tú, por el hijo lleva ¿Qué mejor?

-Tan callada que vienes. -Le dijo Horacio cuando ella se bajó de la motocicleta.
-Venía pensando solamente. -Le contestó esquiva.
-¿En qué? -Preguntó.
-Quiero saber en donde mierda te metes el rifle. -Sonrió sarcástica.
-Qué amable. -La miró enojado.
Entraron al café y por supuesto, Horacio ya no llevaba su rifle de francotirador.
Amanda se motró un poco molesta por tener que pagar la cuenta, después de todo, su amigo no comía como Top Model precisamente.


1 comentarios:

Letter dijo...

Pobre Horacio... Después de todo no parece ser una mala persona. Sabes, me gustaría saber más acerca de los trabajos de este dúo tan peculiar. Sí, realmente me gusta.
Actualiza pronto, por favor.
Besos :D

PS: El dibujo de los personajes también mola (jajajaja)

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