lunes, 11 de junio de 2012

Capítulo 1 
Segmento 5

   Entraron al café y por supuesto, Horacio ya no llevaba su rifle de francotirador.
Amanda se mostró un poco molesta por tener que pagar la cuenta, después de todo, su amigo no comía como Top Model precisamente.

   Buscaron en el salón el lugar predilecto para ellos: cerca de la puerta pero alejados de las ventanas. La camarera los saludó cordialmente a Amanda y le guiñó el ojo a Horacio, les llevó tazas limpias y cubiertos para la comida.
-¿Lo de siempre? -Preguntó con tono simpático pero coqueto al mirarlo a él.
-Yo sólo quiero una cerveza y unos panecillos, por favor. Espero que sepas cual es la cerveza que me gusta.- Pidió la pelirroja dejando de lado las tazas.
-Pues... Yo quiero una orden del sándwich que me gusta, papas fritas con un poco de pollo asado, una cerveza y un helado, pero el helado dámelo ahora por favor. -Le sonrió sensualmente-
-Lo traigo todo de inmediato. -Le tocó el hombro a Horacio con su mano de forma significativa.
   Amanda miró la escena sin decir nada, sólo observó sin que su amigo se diera cuenta. Suspiró.
-Por lo menos esta vez no hiciste una orden tan grande. -Gruñó.
-Antes de ir al tejado me junté con un amigo para ir a un tenedor libre en uno de esos restaurantes baratos cerca de aquí. -Dijo sonriente.- Y, a todo esto, ¿Cómo te fue?
-Bastante fácil fue esto. Bueno, nunca me quejo y lo sabes. Tengo lo que quería. -Sacó de un bolso un huevo de Fabergé, estaba decorado con algunos diamantes y otras piedras preciosas.
-No sabía que te gustaran los brillantes, realmente ustedes como mellizas se parecen mucho. -Horacio sonrió maliciosamente.
-No me importa el brillo, quiero lo que está dentro. -Lo tomó con una mano y lo azotó contra la dura mesa. Todos la miraron entre espantados y creyéndola loca siguieron con lo que estaban haciendo. Amanda recogió un grueso documento del suelo pues estaba dentro del huevo y cayó cuando este se rompió.- Esto es lo interesante.- le entregó los papeles a su amigo.
    Horacio lo tomó incrédulo.
-¿Para eso robaste y quebraste un objeto avaluado en millones de dólares? -Le dijo sacudiendo los papeles.
-Esto es lo interesante, cualquiera hubiese robado esto por el valor que tiene pues nadie lo quebraría, se creería que está vacío pero, ¿Quién guardaría algo en esto? Debe ser valioso. Haz funcionar esas neuronas.- Sonrió de una manera extraña pero que Horacio entendió muchas cosas.
   entendió que su amiga era increíble como mujer y muy inteligente. Eran amigos desde hacía tiempo, no, eran absolutamente más que eso, era su compañera. Justo cuando había pensado que ya la conocía completamente apararecía Amanda con algo que lo desconcertaba absolutamente.
   Ese mismo huevo era el ejemplo perfecto de lo que hablaba. Lo pudo haber vendido a un muy alto precio pues él ya tenía un buen comprador, pero simplemente ella decidió quebrarlo, lo hizo sin siquiera titubear ya que le dio más importancia al documento que parecía valioso antes que el dinero que tanto deseaba para comprar algo que ella quería.
   Amanda, según él, era más inteligente de lo que aparentaba y a la vez muy ingenua para la edad que tenía.